LA JUVENTUD Y
SU SEXUALIDAD
“Si
los mayores hacen un misterio de las cuestiones sexuales y se abstienen de
aclarárselas al niño hasta que éste se ve sobrecogido por la maduración de su
sexualidad, el resultado puede ser excitar su curiosidad y despertarle
resentimiento por haberlo mantenido en la oscuridad.”
-Arnold Toynbee
Aunque todavía no es una asignatura del curriculum escolar, ni se habla en la mayoría de los
hogares sobre el tema, (muchos adultos lo practican pero no saben cómo hacerlo
correctamente aunque la realidad lo reclame),
la sexualidad ocupa un lugar
esencial en las preocupaciones, conversaciones y actos de todos, especialmente
de los adolescentes y gente joven.
Sin embargo, en una época
signada por la llamada “liberación sexual” y tal vez llevados por el
torbellino, apresuramiento y hedonismo
que la acompaña, parece ser que la focalización del tema ha quedado en
lo puramente genital y el placer que produce un acto que los más chicos son llamados peligrosamente a
consumir sin conocimiento, cuidado y responsabilidad. Y,
¿cuál es el peligro de esta
actitud?
El gran peligro- además de las consecuencias manifiestas en
enfermedades de transmisión sexual, embarazos indeseados, violaciones, abortos
y depresión, es la degradación de un acto que por su naturaleza
puede arrastrar a un placer puramente
pasajero e instintivo, cuando, en cambio,
debiera enaltecer las relaciones,
humanizándolas, y procurando un goce
pleno y satisfactorio fundado en el
sentimiento, más maduro del amor, del sentir al otro, incorporándolo.
Es el conocimiento, la
discusión sin malicias sobre este tema vital,
lo que generará una actitud sana
y responsable.
Por eso, y de la misma manera que se inquiere sobre cómo opera otra
pulsión básica tan atractiva como es la de alimentarse y se informa sobre el funcionamiento del aparato digestivo que la regula, sobre
lo que es bueno o malo para la salud física, debiera estudiarse e
investigarse sobre esta otra pulsión básica, la sexualidad- por cuya fuente de placer el ser humano se siente instintivamente
atraído y que afecta no sólo lo físico sino lo espiritual, la vida total del
ser humano.
Nuestra condición de seres pensantes requiere información sobre los secretos de un
funcionamiento magistralmente tramado.
Creemos que los jóvenes están
de acuerdo en decir que es urgente
llevar este tema, antes ignorado, a la discusión, tanto para
contrarrestar los mensajes de esta época entregada al placer por el placer
mismo, como por el efecto nocivo que tiene la influencia del
medio, sobre todo de la TV
que induce a una práctica irresponsable como si el sexo fuera un objeto más del
mercado de consumo. Hoy más que nunca los
adolescentes necesitan hablar y desarrollar su capacidad crítica sobre
un tema que se sienten inducidos a experimentar.
Porque la sexualidad, una asignatura básica para lograr una mejor
calidad de vida, es una actividad
natural, sana y hermosa, cuando se la humaniza y responde a los sentimientos
maduros y no a un arrebato de la morbosidad
del puro instinto, debe el joven velar por ella dándole un status humanizante y distinguiéndola de lo meramente instintivo y fugaz.
Para
acentuar la diferencia que existe entre lo meramente placentero, que suele
caracterizarse por producir sensaciones fugaces y adormecedoras y lo que da al
espíritu humano un sentimiento de satisfacción interna, más profunda y
duradera, recordamos al joven lector las
ideas que Martín Seligman, catedrático de Psicología en la Universidad de
Pensilvania, nos transmite en su libro “
La verdadera felicidad” y que volvemos a repetir:
“ La verdadera felicidad
deriva de la identificación y cultivo de las auténticas fortalezas, de un
sentimiento de conformidad con lo que hacemos para dirigir la propia existencia” .
Ponemos énfasis en las palabras “sentimiento de conformidad para
dirigir la propia existencia”, por cuanto consideramos que a ello debe apuntar la práctica sexual, vista dentro de un todo,
con sentido de la unicidad humana y
considerando que la mala práctica sexual atenta, no sólo contra el sentimiento
de conformidad que debe acompañar cada una de
las elecciones humanas para dar mayor calidad a la propia existencia, sino contra el futuro
de la vida.
Así de trascendente es este
acto, por el placer que ofrece y el complejo entramado que lo configura,
una cola atractiva, unos senos abundantes, una figura escultural pero también
el trabajo interno de glándulas, hormonas y órganos reproductivos, y algo más
excelso como es el amor recíproco.
Libro "El Obrero de la palabra" Pronto a la venta al publico, ediciones La Prensita, autor Nestor O Salgado