Terapia del reencuentro
Una vez más le volvió a suceder y se sintió frustrado; su
formación profesional le demandaba esforzarse por entender la mentalidad
humana; las reacciones de la gente; estaba capacitado para ser un consejero
eficiente, tenia una amplia experiencia en personas con un perfil psicológico
parecido; pero la situación lo estaba superando; Angélica era un enigma, había
tratado de varias maneras y con técnica diversas conocer un poco más de su problemática;
por momentos daba la impresión de haber evoluciona-do, se notaban algunos
cambios en la joven que ameritaba alguna esperanza, pero a los pocos días y
ante una nueva consulta, retornaban los miedos, las ambivalencias y eso lo
hacia sentir impotente.
La última consulta lo intranquilizo bastante...tomo la guía
telefónica y se quedo mirándola en silencio; en el Instituto donde se formo
profesionalmente les habían recomendado, en casos difíciles realizar
interconsultas con otros profesionales y derivar de serlo necesario a su
consultante; pero siempre es difícil reconocer nuestras limitaciones, nuestro
“ego” debe ser adiestrado pensando en el bienestar del otro, eso lo entendía y
al ejercer esta tarea lo había asumido; pero esta vez seria la exección de la
regla; seria el que asumiría plenamente esa responsabilidad; tomo el auricular
del teléfono interno y le invito a pasar...el paso resuelto al ingresar a la consultoría
de Angélica lo intuyó positivo, al menos su animo estaba bien, la invito a
sentar y mirándola a los ojos le dijo en forma pausada pero firme, que había
encontrado la mejor manera de ayudarla y era una forma primitiva, pero eficaz.
Recuperar su pasión por la vida, volver a creer en sus
capacidades y sobre todas las cosas mantener su carisma de mujer difícil; ella
lo miro en silencio, la mirada de esa angelical muchacha lo turbo, pero
reacciono con simpatía, tomo una hoja de su agenda y se la extendió a la joven
invitándola a describir sus emociones; sabia que la escritura permite a las
personas un auto-conocimiento; mientras relatamos sobre nuestras sensaciones,
lo que percibimos como realidad vamos indagando-nos y sin lugar a dudas este
seria un paso positivo para la joven; ella sonrió y comenzó a relatar, se tomo
su tiempo, encendió un cigarrillo, recorrió con su mirada el estudio y pensó
cada palabra; al finalizar el relato me los extendió cariñosamente y me dijo…Alberto, allí relate como me permitió
encontrarle un sentido positivo a mi existencia; hace un tiempo escribí una
frase que hoy más que nunca quiero dedicársela porque así lo considero-Los
verdaderos lideres son aquellas personas que tienen metas claras; las ideas que
pueden ser útiles, la humildad y la apertura mental que les permitirá
modificarlas si fuera necesario, para alcanzar lo que desean-Usted asumió
plenamente el desafío y me dio una nueva oportunidad…
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